Creer en uno mismo es fundamental para afrontar con éxito las dificultades que nos vamos encontrando en la vida y que pueden amenazar nuestro bienestar emocional si no tenemos cierta seguridad.
La seguridad en uno mismo, la creencia en el valor y las capacidades propias es algo que se cultiva y desarrolla desde la más tierna infancia y no todo el mundo ha tenido las circunstancias ideales para que ese proceso se de de forma natural.
Nuestra creencia y confianza en nosotros mismos puede verse comprometida en muchas situaciones que la vida nos pone delante, y más aún, si nuestra autoestima y nuestro amor propio no son resistentes.
Creer en uno mismo: 5 sencillos consejos
1. Autoestima
La palabra autoestima significa, literalmente, afecto hacia uno mismo desde uno mismo. Por lo tanto, aquello que pensamos de nosotros mismos y cómo lo valoramos, es una cuestión que nos compete únicamente a nosotros.
Es por ello que la autoestima no debe variar en función de factores externos. La autoestima se cultiva desde dentro de uno mismo, conociendo nuestras virtudes y nuestros defectos como seres humanos que somos y apreciando cada característica propia como las piezas de un puzzle único.
Si la autoestima no es fuerte, si nuestra autoestima varía en función de opiniones externas, de creencias culturales o de acontecimientos o personas diferentes a uno mismo, no podrá desarrollarse nunca un concepto estable sobre nosotros mismos, al que podamos conocer, apreciar y valorar.
Por ello, para creer en uno mismo, es importante no permitir que nuestras emociones sean manipuladas o que nuestra dignidad se cuestione. Todos tenemos valor, todos somos únicos y valiosos, y eso, no debemos dudarlo, por nada ni por nadie.
Puedes leer: Autoestima baja: Causas y consecuencias de apreciarse poco
2. Los fracasos
Fracasar es otro de los factores que nos hacen dejar de creer en nosotros mismos. Sin embargo, no es más que un error acerca de lo que entendemos por fracasar.
En algunas ocasiones, fracasar o equivocarnos, es una señal de que debemos detenernos y reformular un problema que no estamos enfocando de forma correcta.
Normalmente, en estas ocasiones, haciendo un ejercicio de reflexión podemos ver las cosas más claras y tomar las medidas necesarias para alcanzar el objetivo en el que nos hemos detenido. Por ello, en estos casos, no hablamos de fracaso sino de tomar medidas alternativas para ir adaptándonos a los cambios.
En otras ocasiones, por más que lo intentamos no conseguimos continuar en nuestro objetivo, ni aún tratando de encontrar caminos alternativos. Puede que no sea el momento, las circunstancias, las personas adecuadas, o simplemente que no podamos.
Bueno, nadie es infalible en todo, todos nos equivocamos, todos tenemos que cambiar de rumbo o de punto de vista porque no estábamos en lo correcto, es algo que tienes que tener claro.
Primero, nadie es perfecto aunque trate de parecerlo y segundo, equivocarse o fracasar no es el final y depende de la forma en que enfoques la situación.
No quedarnos quietos «revolcándonos en el fango» es la clave. Muévete, cambia lo que necesites cambiar, busca objetivos nuevos, haz lo que esté en tu mano pero nunca, nunca, te pierdas en un fracaso.
Te puede interesar: Superar el miedo a cometer errores
3. Saber quién eres
Conocerte a ti mismo, tus fortalezas, tus debilidades, tus creencias, quién eres tú y cuáles son tus deseos. Conocerse a uno mismo es una labor que puede llevarnos toda la vida pero eso no es motivo para no empezar a hacerlo desde hoy.
¿Sabes quién eres?, ¿sabes lo que quieres?, ¿sabes en qué contextos o con qué herramientas te desenvuelves mejor y peor?, ¿conoces tus creencias, tus valores, tus reaccciones?, ¿te conoces a ti mismo?.
Todas éstas son preguntas que debemos tratar de responder y seguramente no lo logremos en unos cuantos días pero, cuanto más nos vamos conociendo, más seguros estamos de lo que somos, más podemos ser nosotros mismos y más podemos apreciarnos y creer en ello.
Te recomiendo otra lectura: Ser lo que somos: La autenticidad
Como siempre decimos en el blog, el trabajo sobre uno mismo está en manos de uno mismo. Somos nosotros los que debemos llevar a cabo los pasos para encontrar el bienestar, la felicidad y el éxito, incluso si acudimos a terapia, el terapeuta no es más que un acompañante o un guía, que no dispone de una varita mágica de la felicidad.
Creer en uno mismo no es una excepción, será un trabajo que debamos llevar a cabo nosotros.
Imágenes: Pixabay