Casi todos nosotros hemos escuchado algo acerca del Mindfulness. En este blog hemos tratado el tema en otro post, tratando de definir en qué consiste y cómo funciona.
La práctica de ejercicios Mindfulness nos puede aportar muchos beneficios. El primero y más importante, mantenernos en el presente. Hemos mencionado muchas veces que el presente es el momento en el que tienen lugar los acontecimientos y, por lo tanto, en el que se puede actuar. Vivir en el pasado o anticipar el futuro, puede convertirse en una fuente de sufrimiento, malestar y emociones negativas. La práctica de Mindulness nos puede aportar la paz que necesitamos, nos puede ayudar a reducir la ansiedad, el dolor crónico, el estrés y por lo tanto tener mayor nivel de bienestar psicológico.
Ya tenemos una idea básica de qué es el Mindfulness. Pero como soy de las personas que piensa que para saber cómo es algo realmente, lo mejor es experimentarlo por uno mismo, hoy vamos a indicar algunos ejercicios Mindfulness para que podamos practicarlos cada día y observar por nosotros mismos lo que significa.
Ejercicios Mindfulness para el día a día
1. Ejercicios Mindfulness: Con la mente de un niño
Probablemente ni te acuerdes de cómo veías las cosas cuando eras un niño. Los niños viven en el presente, por norma general, casi de forma automática. Es cuando crecemos y nos llenamos de responsabilidades y objetivos, que perdemos esta habilidad. Si observas a cualquier niño te darás cuenta de cómo percibe el mundo. Su mente es curiosa por naturaleza, disfruta experimentando cada momento, viviéndolo plenamente. Un niño jugando con su juguete preferido no está pensando en el vaso que dejó caer ayer y que hizo a su madre enfadar, ni está pensando en qué le deparará la jornada escolar del martes que viene. Un niño jugando con su juguete preferido está jugando con sus cinco sentidos.
El primero de los ejercicios Mindfulness que os proponemos tiene que ver con la mente de un niño. Tratar de recuperar, aunque sea un pequeño momento al día, esa capacidad de poner nuestros cinco sentidos en algo.
Cuando ponemos todo nuestro «yo» en una actividad en el momento presente, las preocupaciones «de ayer y de mañana» dejan de existir. Por ello, dedicar un rato al día, 30-40 minutos a realizar una actividad, la que quieras, poniendo tus cinco sentidos en ella, es el primero de los ejercicios que proponemos.
Al principio puede resultar complicado, porque acudan a tu mente pensamientos que te alejen de la actividad que realizas. La clave está en no prestarles atención, no alimentarlos. Déjalos pasar y vuelve a centrarte en el presente. ¿Cuánto tiempo hace que no disfrutas de un baño relajante con tus cinco sentidos? ¿Cuánto tiempo hace que no bailas, comes, caminas, observas el entorno con tus cinco sentidos?.
2. Ejercicios Mindfulness: La belleza de lo imperfecto
Que nadie es perfecto es algo que sabemos todos. Pero a medias. Queremos creer que todos tenemos defectos (a mí me gusta llamarlos «particularidades»), somos cabezotas, impacientes, nos equivocamos, somos egoístas, y así un largo etcétera. Y aunque sabemos que cada uno tiene sus propias particularidades, que es una característica común a todo ser humano, nos empeñamos en negarlas, luchar contra ellas, esconderlas, disimularlas y reprocharnos a nosotros mismos el poseerlas.
El segundo de los ejercicios Mindfulness que planteamos consiste en empezar a aceptar esas imperfecciones, a aceptarlas de verdad. Incluso podemos ir más allá. Abrazar nuestras imperfecciones, como parte de nosotros mismos, como oscuridad que complementa a la luz y nos hace completos.
Con esto no queremos decir que debamos aceptarlas y no las cambiemos. Como parte de nuestro crecimiento personal está el modificar aquellas cosas que no nos gustan de nosotros mismos. Pero para llevar ese proceso a cabo, lo primero es reconocer la imperfección, dotarla de existencia, aceptarla y abrazarla como parte de nosotros mismos.
3. Ejercicios Mindfulness: Respiración consciente
Para llevar a cabo este ejercicio debemos haber entendido el primero de los ejercicios Mindfulness que hemos presentado. Y es que este tercer ejercicio consiste en traer la mente del niño hacia nuestra respiración. Tomar un rato cada día para enfocar plena atención a nuestra respiración. Cómo el aire entra por la nariz, va bajando por las vías respiratorias hasta los pulmones, cómo aumenta el tamaño del pecho y el estómago y la sensación que experimentamos en todo el cuerpo.
Cualquiera de los tres ejercicios Mindfulness que hemos descrito aquí, puede practicarse en cualquier parte, en cualquier momento del día. Es una forma sencilla de implementar estos ejercicios como parte de nuestra rutina para beneficiarnos de todo lo que el Mindfulness puede proporcionarnos. Como siempre decimos en el blog, estos ejercicios se perfeccionarán de forma similar a cualquier habilidad, con práctica y constancia. Sin duda, será una buena inversión de un pequeño rato de nuestras vidas a cambio de una vida más consciente, más plena y más llena de paz.
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