Eliminar la ansiedad se ha convertido en uno de los principales objetivos que llevan a las personas a acudir a mi consulta. Muchas de ellas llevan tiempo, incluso años, tratando de manejarla por sí mismos con poco resultado. ¿Por qué?
Eliminar la ansiedad, ¿es posible?
Para combatir la ansiedad antes debes entenderla
La ansiedad es una reacción emocional natural. Nuestra mente pone en marcha un conjunto de mecanismos cuando identifica algo en nuestro entorno que puede resultar amenazante para nosotros. Estos mecanismos se pueden manifestar con síntomas como estos:
- Sensación de miedo intenso
- Palpitaciones
- Sudoración
- Pensamientos negativos
- Pánico
- Mareos
- Insomnio
- Necesidad de escapar
Todos estos síntomas de ansiedad, y muchos otros, se ponen en marcha con el objetivo de ayudarnos a combatir el peligro que nuestra mente ha detectado. Sin embargo, muchas veces el peligro que «supuestamente» hemos detectado no es real. ¿Cómo es posible?
¿Puedo eliminar la ansiedad si el peligro no es real?
Vayamos por partes. Debemos tener en cuenta que la reacción de ansiedad se pone en marcha también cuando imaginamos posibles peligros, es decir, no es necesario que existan realmente o los tengamos delante, con anticipar que puede ocurrir, nuestra ansiedad se activa.
De esta manera, cada vez que pensamos que algo puede salirnos mal, que algo malo va a pasarnos, que no podremos superar una determinada situación o que nuestra pareja va a dejarnos, por poner algunos ejemplos, nuestra mente está reaccionando como si cada una de esas cosas estuviera pasando realmente, cuando lo cierto es que no es así.
Así que, sea real o no, la respuesta emocional puede aparecer. En ambos casos, la solución va a requerir un trabajo básico.
La clave para combatir la ansiedad: revisión y modificación de pensamientos
¿Te has parado alguna vez a escuchar lo que piensas? Sí, a escuchar lo que te dices a ti mismo/a acerca de ti, de quién eres, de tu vida, de tu futuro, de las personas que te rodean.
Es lo que los psicólogos denominamos autodiálogo o diálogo interno. Este conjunto de pensamientos que rondan nuestra mente cada día, determina en buena parte nuestro estado de ánimo y emociones.
Seguramente alguna vez has temido que ocurriera algo negativo, has sentido mucho nerviosismo, incluso mucha ansiedad, y llegado el momento, aquello tan dramático que anticipabas no ha ocurrido. Te suena, ¿verdad?
Ahora imagina que tu mente elabora esos mensajes negativos sin que seas consciente, porque no te has parado a escucharlos. Lo que ocurrirá es que sentirás nerviosismo, estrés o ansiedad y no sabrás por qué.
Otras veces, somos capaces de identificar estas sensaciones de ansiedad en determinados ámbitos de nuestras vidas pero no en otros. Por ejemplo, ansiedad en la pareja, o en el trabajo, o en situaciones sociales. Probablemente, los mensajes que mi mente elabora sobre esas situaciones están siendo negativos o distorsionados.
Sin embargo, muchas personas ponen en marcha estrategias que, o bien son insuficientes o bien son equivocadas:
- Evitar aquello que les genera ansiedad.
- Luchar contra ello.
- Negar que tienen problemas de ansiedad.
- Poner solamente en marcha técnicas de relajación.
- Recurrir a medicamentos como única vía.
Lo cierto es que para combatir la ansiedad de manera óptima, es básico que generemos un cambio profundo en nuestros procesos de autodiálogo. Algo en lo que se trabaja mucho en terapia cognitivo-conductual.
¿Cómo modificamos pensamientos?
Lo fundamental a la hora de modificar pensamientos es escucharlos, como comentamos antes. Una vez hemos sido capaz de detectarlos, enfrentamos el reto más complicado: ponerlos a prueba.
El objetivo es lograr que nuestro diálogo interno sea lo más fiel a la realidad posible, para que nuestras reacciones emocionales sean proporcionadas y ajustadas a aquello que reaccionamos.
Para que lo entiendas mejor: cuando tenemos problemas de ansiedad, estamos reaccionando física, emocional y psicológicamente como si nuestra vida estuviera en peligro. Y lo cierto es que enfrentamos muchas dificultades y atravesamos muchas épocas difíciles, pero rara vez nuestra vida está en juego como tal.
Así, nuestra tarea consistirá en ajustar los pensamientos a la realidad: ¿de verdad lo que me está ocurriendo es tan grave? ¿estoy distorsionando lo que veo? ¿están mis emociones nublando mi pensamiento?, ¿estoy pensando de forma negativa porque estoy triste?, ¿realmente está pasando lo que yo estoy anticipando?, ¿cuál es la probabilidad real de que ocurra lo que creo?, ¿tengo pruebas de ello?.
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¿Voy a conseguir combatir la ansiedad modificando pensamientos?
La modificación de pensamientos o reestructuración cognitiva (así es cómo lo conocemos los psicólogos), es un pilar fundamental, no solamente para combatir la ansiedad sino para la salud psicológica en general.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, estos pensamientos van acompañados de otras dificultades o aparecen porque hay otros problemas subyacentes, como por ejemplo el miedo, la inseguridad, la necesidad de aprobación, la dependencia emocional, la baja autoestima, etc.
Así que va a ser necesario que en consulta se realice un análisis completo de todo aquello que puede estar en el origen de la ansiedad, para poder trabajar sobre todos esos aspectos. Cada persona que acude a consulta es única, y tiene un pasado y unas circunstancias diferentes por lo que es necesario que el plan de tratamiento psicológico sea individualizado para lograr eliminar la ansiedad.
Eliminar la ansiedad no es el objetivo
Si has leído todo el post ya habrás llegado a esta conclusión. Eliminar la ansiedad no debe ser nuestra meta, sino que debemos focalizarnos en combatir la ansiedad cuando se convierte en un problema. No debemos ni podemos eliminar la ansiedad, como no podemos ni debemos eliminar ninguna emoción, porque han sido y son, herramientas de supervivencia sin las que no habríamos llegado hasta aquí.
Necesitamos la ansiedad, como el resto de emociones, para sobrevivir. Nuestro trabajo debe ser ajustar nuestra ansiedad para que no interfiera en nuestra vida, para que aparezca solamente cuando debe hacerlo.
En resumen, debemos sentir ansiedad, pero si es demasiado intensa o está generando problemas en nuestro día a día, debemos ponernos cuanto antes manos a la obra.
Recuerda que si este tu caso, puedes reservar tu cita y comenzaremos la terapia psicológica en la que aprenderás a combatir tu ansiedad, pulsando en el banner de arriba o haciendo clic AQUÍ.
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