Junto con la carga emocional, el estrés laboral prolongado puede afectar de forma significativa a nuestra salud física. Es importante que podamos disfrutar de los beneficios de nuestro trabajo sin que tenga repercusiones graves en nuestra salud.
Empleos y carreras son una parte importante de nuestras vidas ya que proporcionan una fuente de ingresos, ayudan a cumplir nuestros objetivos personales, construir redes sociales, y sirven a nuestras profesiones o comunidades. Pero además, son una fuente importante de estrés emocional.
Estrés laboral
Incluso los «trabajos ideales» tienen épocas estresantes, expectativas de desempeño y otras responsabilidades. Para algunos, el estrés laboral es la fuente de motivación que asegura que las cosas se hagan. Sin embargo, el estrés laboral puede intoxicar fácilmente nuestra vida.
Preocuparse continuamente por un proyecto en particular, sentirnos injustamente tratados por un supervisor o compañeros de trabajo, o aceptar voluntariamente más de lo que podemos manejar con la esperanza de ascender.
Poner el trabajo por delante de todo lo demás también puede afectar nuestras relaciones personales, lo que agrava las presiones relacionadas con el trabajo.
Despidos, reestructuraciones o cambios de gestión, pueden aumentar la ansiedad y estrés laboral, al preocuparnos sobre nuestra seguridad en el puesto que ocupamos.
De hecho, un estudio noruego demostró que el simple rumor de cierre de una fábrica causó un rápido incremento en el pulso y la presión arterial de los trabajadores. La investigación en los EE.UU. ha encontrado que las lesiones y los accidentes de trabajo tienden a aumentar en las empresas que reducen su plantilla.
El cuerpo reacciona al estrés laboral
Las preocupaciones constantes y las responsabilidades del trabajo, muchas veces conducen a hábitos alimenticios inadecuados y a conductas poco saludables como dejar de hacer suficiente ejercicio, lo que se traduce en problemas de sobrepeso, presión arterial alta y niveles elevados de colesterol.
Estímulos productores de estrés laboral comunes como sueldos bajos, un ambiente de trabajo hostil, y largas jornadas, también pueden acelerar la aparición de enfermedades del corazón, incluyendo el aumento de la probabilidad de sufrir ataques al corazón.
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En particular, obreros y trabajadores manuales presentan una sensibilidad mayor al estrés laboral. Los estudios sugieren que, debido a que estos empleados tienden a tener poco control sobre sus entornos de trabajo, son más propensos a desarrollar enfermedades cardiovasculares que los que ocupan puestos tradicionales de «oficina».
La edad es también un factor relevante. Un estudio de la Universidad de Utah encontró que a medida que los trabajadores con estrés laboral envejecen, su presión arterial aumenta por encima de los niveles normales.
Curiosamente, muchos de los más de 60 trabajadores del estudio informaron de que no se sentía molestos o indebidamente presionados en sus puestos de trabajo, a pesar de que sus niveles de presión arterial fueron significativamente
más altos.
El estrés laboral también causa con mucha frecuencia el síndrome de burnout o «estar quemado», una condición marcada por el agotamiento emocional y las actitudes negativas o cínicas hacia los demás y hacia uno mismo.
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El agotamiento puede llevar a la depresión, la cual, a su vez, se ha relacionado con una variedad de problemas de salud, tales como enfermedades del corazón y derrames cerebrales, obesidad y trastornos de la alimentación, la diabetes y algunos tipos de cáncer. La depresión crónica también reduce la inmunidad a otros tipos de enfermedades, e incluso puede contribuir a una muerte prematura.
Lo que puedes hacer para combatir el estrés laboral
Afortunadamente, hay muchas maneras de ayudar a manejar el estrés laboral. Algunos programas combinan técnicas de relajación con la nutrición y el ejercicio. Otros se centran en temas específicos como la gestión del tiempo, entrenamiento en asertividad, y la mejora de las habilidades sociales.
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Un psicólogo cualificado u otro profesional de la salud mental pueden ayudar a identificar las causas del estrés, y desarrollar estrategias de afrontamiento adecuadas.
Aquí hay algunos consejos para lidiar con el estrés laboral:
- Aprovecha al máximo los descansos en la jornada laboral.
- Incluso 10 minutos de «tiempo para ti» refrescarán tu mente. Pasea, charla con un compañero sobre un tema no laboral, o simplemente puedes sentarte en silencio con los ojos cerrados y respirar.
- Si estás enfadado, sal a dar una vuelta. Cuenta mentalmente hasta 10 y luego analiza la situación de nuevo. Caminar y otras actividades físicas también te ayudarán.
- Establece expectativas razonables para ti y para los demás. No esperes la perfección.
- Habla con tu jefe sobre tus obligaciones en el trabajo. Tus responsabilidades y criterios de desempeño pueden no ser exactamente lo que estás haciendo.
- Trabajar juntos (tu jefe y tú) para realizar los cambios necesarios, no sólo beneficiará a tu salud emocional y física, sino que también mejorará la productividad general de la empresa.