Hábitos de estudio efectivos
1. La actitud
La mayoría de nosotros nos enfrentamos al estudio como algo que tenemos que hacer, es decir, casi más como una obligación o herramienta para obtener el aprobado, que como una oportunidad de disfrutar y aprender.
Sabemos que suena algo utópico y que resulta difícil ponerse a estudiar con ganas y actitud positiva, ya que la motivación muchas veces, brilla por su ausencia. Sin embargo, la investigación ha remarcado la actitud como un factor importante a la hora de alcanzar unos hábitos de estudio óptimos.
2. El lugar
3. Lleva sólo aquello que necesitas
4. Organiza la información
Bien en forma de esquema, diagrama o como sea que te desenvuelvas mejor. Organizar la información en base a criterios propios, ayuda a retenerla y recordarla. Es importante elaborar estos esquemas con nuestras propias palabras y estructura.
Si estudias con apuntes de otra persona o con libros de texto, resulta de utilidad que reestructures la información de una forma en la que lo entiendas completamente y relaciones los conceptos en base a las estructuras con las que te manejas mejor.
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5. Nemotécnica
6. Ponte a prueba
7. Elabora un horario que vayas a cumplir
Organizar el tiempo es uno de los mejores hábitos de estudio que puedes desarrollar. Todos nos hemos dado una paliza alguna vez estudiando dos o tres días antes del examen y, personalmente, además de agotador, estresante y caótico, nunca me ha dado mejores resultados que estudiar un rato cada día (yo he compaginado estudios a distancia y trabajo con horarios rotativos).
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8. Descansos y premios
Hacer descansos en las largas horas de estudio es fundamental. Y es que tan importante es estudiar cuando se está estudiando, como descansar cuando se está descansando. Por eso, cada determinado tiempo de estudio, haz una pausa para descansar.
La idea es que no hagas sesiones intensivas de estudio, ya que al final te saturas y eres incapaz de procesar más información. Estudia un rato, por ejemplo una hora. Después para y tómate un café o un refresco durante 5-10 minutos. Luego estudia otra hora y después sal a correr un rato. Dúchate, estudia otra hora y lo dejas por hoy.
Ése es sólo un ejemplo. Cada uno debe organizarse el estudio en función de sus circunstancias. Lo importante es parar a oxigenar la mente y no darnos «atracones». Además de evitar saturarnos, aprendemos a desarrollar la disciplina y la fuerza de voluntad, ambos factores importantes a la hora de estudiar.
9. Equilibrio
10. Aprender
Aunque muchos de nosotros hemos pasado años pensando que sí, y sólo con el paso del tiempo nos hemos dado cuenta, estudiar no es sólo aprobar exámenes.
Aunque muchas asignaturas nos resulten inútiles o aburridas, tenemos que intentar aprender de todas ellas e integrar los contenidos que nos enseñan, tanto entre sí como en nosotros mismos.
Al fin y al cabo, es parte de nuestra formación como personas (y como profesionales) y, cuando acabas te das cuenta de que has aprendido (y crecido) más de lo que imaginabas.
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