¿Qué ocurre si quieres tener intimidad sexual más a menudo que tu pareja?. ¿Y si es al revés?. Con frecuencia solemos culpar al otro pero no debemos cometer este error. Llamar al otro frío o egoísta solo empeora las cosas.
Enfrentando la crisis del dormitorio
Fingir que no existen problemas también hará daño a vuestra relación. A la hora de mejorar vuestra intimidad sexual, es mejor reconocer los sentimientos y expresarse para arreglar las cosas.
Habla con tu pareja cuando los dos estés tranquilos y de acuerdo. Escuchad con atención lo que aporta el otro y hablad en primera persona con expresiones del tipo «me siento rechazado» o «me siento presionado», evitando «me presionas», » me rechazas».
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Cuando hables con tu pareja sobre vuestra intimidad sexual, responde a tu pareja con sensibilidad y escucha activamente lo que dice. Deja que se explique lo suficiente como para que tengas claro qué es lo que quiere decir. Los dos debéis tener confianza en el otro para escuchar, respetar y aceptar vuestros sentimientos o necesidades.
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El órgano sexual más importante es el cerebro por lo que pensamientos y sentimientos negativos provocan que el cuerpo se ponga tenso.
Cuando una pareja se siente estresada, ya sea por la relación en sí misma, el trabajo, la familia, o cualquier otra cosa, será complicado que se de el estado de ánimo necesario para que se desarrolle la intimidad sexual.
Digamos que tu pareja se encuentra tensa o estresada y ha estado esquivando insinuaciones tuyas. En lugar de criticar o culpar, puedes ayudar a que se relaje modificando la forma en la que te comunicas con ella.
Hablar relajadamente o acariciarla (de forma no sexual) sin expectativas de llevarla a la cama en ese momento, puede ser reconfortante para los dos y puede ayudaros a restaurar la confianza y la intimidad sexual. A veces puede ayudar dejar espacio al otro.
La intimidad sexual de una pareja puede ser complicada por lo que averiguar lo que está fallando os acerca a vivirla de forma más plena. Tal vez ella no quiere sexo porque no está alcanzando el orgasmo o por cualquier otro motivo.
Si queremos que nuestra intimidad sexual mejore, debemos ser sinceros al respecto y averiguar cuál es el problema, bien por nuestra cuenta o, mejor aún, hablando con nuestra pareja. Si el problema es médico, como puede ser la disfunción eréctil, resultará útil hablar con el especialista que corresponda.
Otra cuestión problemática en la intimidad sexual de las parejas puede ser la educación que han recibido. Una insuficiente educación sexual puede llevar al desconocimiento de las diferencias sexuales entre hombres y mujeres.
Las mujeres, por norma general, necesitan más tiempo para relajarse y encontrarse «a tono» que los hombres (y también para «bajar el tono» tras terminar).
Consejos para reavivar vuestra intimidad sexual
Pero si tu intimidad sexual cumple con los anteriores requisitos y aún así está estancada puedes hacer lo siguiente:
- Expresa tu decepción con la situación de manera constructiva, hablando en primera persona como indicamos arriba.
- Atiende a lo que tu pareja está comunicando. Escucha sin interrumpir ni juzgar.
- Si la respuesta de tu pareja no es constructiva, pregunta si existe algún otro problema, ya sea dentro o fuera del dormitorio, que pudiera estar afectando su estado de ánimo.
- Si no te sientes capacitado para tener esta conversación o no sabes cómo manejarla, siempre podéis acudir a un terapeuta que mediará y guiará la conversación.
Tu intimidad sexual puede verse afectada porque tu pareja (o tú mismo, o los dos) esté estresada en el trabajo o por cualquier otra cosa. Puede que tengáis un poco abandonado el romanticismo o que os sintáis descuidados por la otra parte, en general, así como que dediquéis poco tiempo a jugar o a los preliminares.
Sea lo que sea, los dos debéis ser honestos y explicar qué es exactamente lo que os hace falta o lo que os gustaría que sucediera.
Para restaurar la intimidad sexual, como para el resto de conflictos que ocurren en las parejas, ninguno debéis dar por hecho lo que siente o necesita el otro. La clave siempre es una comunicación constructiva, sincera y madura.
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