Nuestros perfiles en las redes sociales suelen ser poco realistas ya que vivimos condicionados a proyectar lo mejor de nosotros mismos hacia los demás.
Aunque a penas nos damos cuenta, invertimos mucho de nuestro tiempo en el perfeccionamiento de nuestra «ciber-identidad» en las redes sociales, y no podemos evitar ser influenciados por las proyecciones que los demás hacen también.
¿Dónde queda nuestro «yo real» en las redes sociales?
Las redes sociales ponen de relieve cómo la creación de nuestra identidad en ellas puede afectar a nuestro bienestar mental. El «yo ideal» es el yo al que aspiramos ser. La imagen real de uno mismo se basa en acciones, comportamientos y hábitos que uno lleva a cabo en realidad.
Según Carl Rogers, cada ser humano tiene una tendencia hacia la actualización y el crecimiento personal, de forma que todos tendemos a mejorar y desarrollar nuestro potencial.
Maslow llamó a esta tendencia, «autorrealización». Cuando el «yo real » y el «yo ideal» de una persona están en consonancia, se dice que es una persona que funciona plenamente.
Las redes sociales son una fuerte influencia y, además, invitan a cada uno a participar de forma activa en ellas.
No todas son Facebook o Instagram, pensemos en LinkedIn, una red social formada por perfiles enfocados al mercado laboral que, cada día más, está reemplazando al currículum vitae impreso tradicional, y en la que la misma «presencia en las redes sociales» empieza a utilizarse como reclamo laboral.
Pues bien, siguiendo con Rogers, este fenómeno es un ejemplo claro de su «yo ideal». En las redes sociales, construimos y enseñamos al mundo la persona que queremos ser y, todavía más importante, la persona que queremos que los demás crean que somos.
«Smiling depression» en las redes sociales
«Smiling depression» es un término utilizado en Estados Unidos para referirse a las personas que están deprimidas pero que no se muestran así al resto de personas.
El origen de la depresión es, a menudo, biopsicosocial, es decir, un conjunto de variables de origen psicológico, social y biológico.
Puedes leer más sobre la depresión aquí: ¿Qué es y cuáles son los síntomas de la depresión?
Una de las causas de la gran cantidad de casos de depresión encontrada en las redes sociales, es la incongruencia que encuentran las personas entre su auto-percepción y su «yo ideal».
La necesidad de ser valorado positivamente en las redes sociales, nos ha llevado a no compartir nuestros problemas y a no saber muy bien cómo expresar nuestra confusión interna sin que sintamos que no estamos a la altura de la expectativa social.
Las personas no publican sus aspectos negativos en las redes sociales ni se etiquetan en fotos en los que se vean poco favorecidas.
Este estricto filtro, mediante el que sólo mostramos aspectos positivos sobre nosotros en las redes sociales, hace que tengamos la creencia errónea de que la vida de otras personas es mucho mejor que la nuestra y no nos damos cuenta de que esas personas también somete sus publicaciones en las redes sociales a un filtrado igual de estricto.
No vamos a negar los muchos aspectos positivos que tienen las redes sociales, son de sobra conocidos por todos, pero debemos ser conscientes de las «reglas del juego» en el que todos participamos.
Debemos cuestionar el origen y la validez de lo que nos encontramos en las redes sociales si no queremos comprometer nuestra autoestima y nuestro bienestar mental.
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Imágenes: Pixabay
Ref: Sunstrum, K. (2014). How Social Media Affects Our Self-Perception. Psych Central.