El miedo al compromiso puede estar relacionado con el miedo a perder la independencia, a comenzar una relación y que nos «den por sentado» demasiado pronto, o en general, por el miedo a ser rechazados.
Miedo al compromiso. Miedo a amar y ser amado
Algunas personas buscan parejas menos atractivas para que su autoestima no se vea comprometida si son rechazados. También hay personas que conocen a otras e intercambian números de teléfono pero no tienen intención de marcar el número excepto para algún que otro encuentro sexual.
La mayoría de las veces, todas estos comportamientos de miedo al compromiso se deben al miedo al rechazo por parte de las personas que consideramos más atractivas.
Cuando hay miedo al compromiso, las personas coquetean, juegan y cortejan pero después se escapan. Si les preguntamos nos dirán que son felices funcionando de esta forma y en buena parte es cierto ya que este comportamiento les permite seguir a salvo, siendo libres y teniendo siempre la sartén por el mango.
Las personas con miedo al compromiso, probablemente se hayan enamorado alguna vez y hayan sufrido bastante. Pueden tener miedo de perderse a sí mismos, perder el control, la ventaja, miedo al rechazo y al cambio, y consideran sus necesidades cubiertas con encuentros de una sóla noche o con «amigos con derechos».
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Este tipo de comportamiento es indicador de que existe miedo al compromiso. Este miedo es un mecanismo de auto-protección, una fachada dura que encierra el lado vulnerable de estas personas, el cual debe ser revelado para que, al final, logren dar y recibir amor de forma sana y plena.
El miedo al compromiso también puede existir en una relación avanzada donde uno o ambos miembros tienen el «pie puesto en el freno» y muestran escudos protectores. Ser vulnerable da miedo pero bajar la guardia, al final, aporta un alivio considerable.
Lidiar con el miedo al compromiso no es fácil, ni se consigue de la noche a la mañana pero trabajando de forma consciente sobre ello podemos estar más cerca de conseguir dejarnos llevar.
Miedo al compromiso, empezar a superarlo
El siguiente listado no es exhaustivo y es válido para todas aquellas personas que alguna vez han puesto freno a sus relaciones por miedo al compromiso.
1. Miedo al compromiso. Si no vas a marcar el número, no lo pidas
El mecanismo de auto-protección causado por el miedo al compromiso, el miedo al rechazo y los juegos de máscaras consiguen que nuestro verdadero «yo» esté tan enterrado que si una potencial relación verdadera llama a nuestra puerta, no vamos a estar en estado de verlo y ser conscientes de ello.
Todos estos comportamientos pueden hacernos sentir bien en el momento, alimentar nuestro ego, pero al final no lleva a ningún lado y lo más posible es que acabemos rompiendo corazones que no lo merecen y siendo infelices.
2. Miedo al compromiso. Deja de mentirte a ti mismo
¿Qué nos decimos a nosotros mismos sobre lo que sucede en un nivel más profundo de nosotros?. El miedo al compromiso nos puede llevar a comparar las relaciones de personas que conocemos con nuestra vida de solteros, sin ningún sentido, únicamente como herramienta para sentirnos mejor, a salvo de discusiones y compromisos.
Para el que tiene miedo al compromiso porque no comparte la forma de entender las relaciones aceptada por el entorno social, encontrar a una persona compatible con su forma de entender las relaciones puede resultar más complicado, pero no es motivo para rendirse y recurrir al «estoy mejor solo», cuando es una verdad a medias.
Se debe trabajar la relación y crear la dinámica en la que nos sintamos cómodos y este es un trabajo que nos compete únicamente a nosotros.
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3. Miedo al compromiso. Cuida de ti mismo.
Nos referimos a mantener hábitos saludables. Comer sano, hacer ejercicio, evitar alcohol y drogas, tomar aire fresco, pasar tiempo con personas que nos hacen sentir bien y, lo más importante, relajarnos.
Cuando conocemos a alguien sin atender a nuestro ego, nuestras mentiras o mecanismos de protección, nuestros juegos de «no comer ni dejar comer», cuando estamos trabajando para superar nuestro miedo al compromiso y conseguir lo que necesitamos, estamos más relajados, somos más creativos, estamos más cómodos y nos aferramos menos a los miedos por lo que facilitaremos el proceso de la relación y estaremos más abiertos a encontrar a alguien adecuado.
Por supuesto, también seremos más nosotros mismos y por lo tanto mucho más felices.