Durante los últimos años el coaching ha experimentado un gran crecimiento. La oferta formativa y la demanda de muchas empresas sigue en crecimiento pero, ¿qué es el coaching?.
Qué es el coaching
La palabra «coaching» proviene de la palabra «entrenador», en inglés (coach). En su origen, el coaching hacía referencia a las funciones que realizaba el entrenador deportivo, más concretamente las funciones orientadas a mejorar el rendimiento y optimizar los recursos de los deportistas.
Es precisamente esa acepción del coaching la que hoy en día se aplica en muchas organizaciones empresariales, con el objetivo de mejorar el rendimiento de los grupos de trabajo en las empresas.
De esta manera, un coach (entrenador) es una persona externa a la empresa cuya función es ayudar al coachee (persona que es entrenada), que suele ser un gestor de recursos humanos o un directivo, a que desarrolle su potencial y optimice sus capacidades, lo que se traducirá en una mejora de su rendimiento.
Desde su origen hasta el día de hoy, el coaching se ha ido expandiendo a diferentes ámbitos y ya no solo lo encontramos en las organizaciones empresariales.
Si buscamos en Google, encontraremos cada vez más «tipos» distintos de coaching, que no dejan de ser el conjunto de herramientas originales aplicadas a diferentes ámbitos. Así, el coaching aplica sus técnicas en ámbitos como el educativo, el comercial, el deportivo y el personal.
¿Cuál es la diferencia entre el coaching y la psicología?
En primer lugar, si las tomamos individualmente, la formación en ambos casos es diferente.
Para ejercer la psicología es necesario (en el caso de España) cursar una carrera universitaria y posteriormente continuar la formación mediante másters especializados, o bien opositar para obtener una plaza en el sistema nacional de salud. El ejercicio y la capacitación de los profesionales de la psicología están muy regulados.
Por su parte, la formación en coaching no está regulada por ningún organismo (de momento), por lo que podemos encontrar todo tipo de cursos formativos, de duración y contenido muy variado, y puede resultar más complicado «asegurarnos» de que la formación del coach es la adecuada.
En cuanto al ejercicio de la profesión en sí mismo, el psicólogo puede trabajar los mismos aspectos que el coach pero no a la inversa. Me explico. El trabajo del coach está orientado a ayudar a las personas a desarrollar su potencial, aprender a optimizar los recursos y herramientas que ya posee, normalmente con un objetivo concreto, como alcanzar alguna meta personal o profesional.
El psicólogo está capacitado también para realizar esas tareas y además, ayudar a las personas cuando sus problemas van más allá del logro de alguna meta particular, como puede ser un conflicto emocional, un trastorno mental, etc. El coach por su parte, no está capacitado para tratar estos tipos de problemática.
¿Coaching Vs Psicología?
La aparición de la figura del coach ha «levantado muchas ampollas» en el campo de la psicología. Para muchos profesionales de la salud mental el coaching no es más que un tipo de intrusismo laboral.
Los coaches se perciben como personas cuya labor profesional puede poner en riesgo la salud de las personas, se piensa que no están capacitados para atender las necesidades reales de las personas que acuden a ellos y que suponen una amenaza para el mercado laboral del psicólogo, entre otras cosas.
Y es que, como en todo, se suman la falta de información y el mal ejercicio de las profesiones. Con una búsqueda rápida en internet podemos encontrar anuncios de personas que ofrecen sesiones de coaching para tratar emociones, para superar conflictos e, incluso, sesiones de terapia. Éste es el error fundamental.
Acudir a una persona con formación en coaching a que nos ayude con un trastorno emocional es como pedir a una persona invidente que nos corte el pelo, es decir, una temeridad (entiéndase el símil). El consejo es siempre información y prudencia.
Puedes acudir a un coach cuando tengas la seguridad de que tu problema no tiene nada que ver con tu salud (y aquí incluyo todo lo que tenga relación con la salud mental). Si tenemos dudas acerca de si nuestro problema debe atenderlo un coach o un psicólogo, te recomiendo que acudas a un psicólogo (con la formación necesaria) en primer lugar, para asegurarte de que tu salud mental está en perfecto estado.
Más allá de ésto, no considero que los psicólogos debamos demonizar la figura del coach, siempre que el coach ejerza su profesión sin exceder sus limitaciones, es decir, sin trabajar aspectos para los que no está formado y que comprometan la salud de sus clientes.
La verdadera lucha y, a mi parecer, la única «guerra» que debemos empeñarnos en ganar, es la de ser capaces de llegar a la población general, eliminar los estigmas que todavía hoy en día seguimos sufriendo los psicólogos y las personas que acuden a terapia ya que la situación está todavía lejos de normalizarse y percibirse como algo natural. De la misma manera que vemos natural acudir al médico cuando tenemos gripe, acudir al psicólogo cuando sintamos ansiedad o cualquier otro problema de salud mental debería vivirse con naturalidad.
Desafortunadamente, y a pesar de ser cada vez más una necesidad social, los psicólogos encontramos enormes dificultades para ejercer nuestra profesión pero, bajo mi punto de vista, de eso no son responsables los coaches.
Para cada profesión existe su espacio, es mi opinión. De lo que debemos encargarnos es de asegurar que cada profesional se mantenga en su ámbito de desempeño profesional (nosotros -los psicólogos- como profesionales, denunciando los casos de intrusismo real y la autoridad oportuna, regulando el ejercicio de la profesión e informando de las tareas asignadas a cada uno).
En cualquier caso, en este enlace encontrarás información más concreta de lo que es el coaching y, lo que es más importante, lo que no es.
Te invito a que leas este otro artículo: Qué es la psicología y por qué nos debería interesar
Imágenes: Pixabay
2 comentarios. Dejar nuevo
Hay tantas ambigüedades, como contradicciones egoísmos en este post. Creo que falta información acerca de lo que es el «Coaching» de sus objetivos y de sus prácticas. En actualidad en el caso colombiano, las ciencias evolucionan de acuerdo a los cambios y a la dinámica del entorno; es decir, para ser jefe del Talento Humano en cualquier empresa o de Recursos Humanos (término de los 80´s) no hay que ser Psicólogo… Se debe ser Administrador del Talento Humano.
Simplemente concluiré con la siguiente frase: «Nunca un psicólogo será un coach sin la debida preparación y de la misma forma un coach pretenderá ser Psicólogo.
Hola Wilmar!
En primer lugar, gracias por tu comentario.
En segundo lugar, si has leído con detenimiento el post, se menciona los múltiples ámbitos en los que un coach desarrolla su tarea profesional. En concreto el post se refiere a aquellos profesionales que lo desarrollan en el ámbito personal, no en el organizacional que es al que tú te refieres.
Obviamente, para trabajar en equipos de profesionales o en la gestión del talento humano al que tú haces referencia, no es necesario tener formación como psicólogo (aunque sí interesante, pero esto es mi opinión personal). Tampoco es necesario ser psicólogo para ejercer en el ámbito personal (aunque sí es recomendable, y esto es otra opinión personal ya que al menos en España la profesión del coach no está regulada por Ley), siempre y cuando se atiendan aspectos de la persona que no tengan que ver con su salud mental (y esto sí está claramente regulado en la Ley española).
En caso de que un coach trabaje aspectos relacionados con la salud mental de una persona estaría ejerciendo de forma ilegal y atravesando límites profesionales incurriendo en el intrusismo profesional. Es este caso el que se señala en el post, y no otro, y el cual no debe tolerarse desde ningún ámbito profesional o legal.
Aún así, en este post no se critica (más bien lo contrario) la figura del coach ni la labor que realiza, concluyendo que existe espacio para ambas profesiones siempre y cuando se respeten los límites que marca la Ley y la deontología de ambas profesiones.
Por todo ello, en España, un psicólogo sí puede cubrir tareas que realiza un coach, como el desarrollo de habilidades, la motivación o la organización del tiempo, por ejemplo, pero un coach NUNCA puede tratar un trastorno depresivo, una fobia, o un trastorno de ansiedad, por ejemplo.
Esa es la clave.
Espero haber aclarado tu comentario.
Un saludo! 🙂