La principal característica del TDAH es un patrón persistente de falta de atención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo del niño.
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
Los problemas se producen, por lo general, en dos o más áreas de la vida de una persona: el hogar, el trabajo, la escuela y las relaciones sociales. El TDAH también se conoce como trastorno de déficit de atención (TDA) cuando la hiperactividad o impulsividad no está presente.
El TDAH comienza en la infancia. Los síntomas de falta de atención e hiperactividad se dan en una forma y grado en los que son incompatibles con el nivel de desarrollo actual del niño. Es decir, el comportamiento del niño es considerablemente más desatento o hiperactivo que el de sus pares de la misma edad.
Algunos síntomas del TDAH deben estar presentes antes de los 12 años (razón por la que el TDAH se clasifica como un trastorno del desarrollo neurológico, incluso si no se diagnostica hasta la edad adulta).
En el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, cuarta edición (DSM-IV), se requieren síntomas antes de los 7 años.
Actualmente, los 12 años se considera edad de criterio aceptable porque resulta difícil para los padres mirar retrospectivamente y establecer con precisión la edad de inicio del trastorno. De hecho, el recuerdo de los padres de los síntomas de la infancia tiende a ser poco fiable. Así, el DSM-5 ha añadido un margen de maniobra a la edad de corte del TDAH.
Una persona puede presentar síntomas que se caracterizan predominantemente por falta de atención, hiperactividad-impulsividad, o una combinación de los dos.
Para cumplir con cada uno de estos especificadores de TDAH, una persona debe presentar al menos 6 síntomas de las categorías correspondientes que señalamos a continuación.
TDAH: Los síntomas de falta de atención
- En ocasiones no presta atención suficiente a los detalles o comete errores por descuido en las tareas escolares, el trabajo u otras actividades
- En ocasiones tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades de juego
- En ocasiones parece no escuchar cuando se le habla directamente
- En ocasiones no sigue instrucciones y no logra terminar tareas escolares, encargos u obligaciones en el lugar de trabajo (no se debe a comportamiento negativista o a incapacidad para comprender instrucciones)
- En ocasiones tiene dificultades para organizar tareas y actividades
- En ocasiones evita, le disgusta o es reacio a dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (como trabajos escolares o domésticos)
- En ocasiones pierde objetos necesarios para tareas o actividades (por ejemplo, juguetes, tareas escolares, lápices, libros o herramientas)
- A menudo se distrae fácilmente con estímulos externos
- A menudo es descuidado en las actividades diarias, incluso los que realiza regularmente (por ejemplo, una rutina)
Síntomas de hiperactividad en el TDAH
- En ocasiones mueve en exceso las manos o los pies o se retuerce en el asiento
- En ocasiones se levanta del asiento en la clase o en otras situaciones en las que debe esperar sentado
- En ocasiones corre o salta excesivamente en situaciones en que es inapropiado hacerlo (en adolescentes o adultos, puede limitarse a sentimientos subjetivos de inquietud)
- En ocasiones tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio
- A menudo suele actuar como si «tuviera un motor»
- En ocasiones habla excesivamente
Síntomas de impulsividad en el TDAH
- En ocasiones precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas
- En ocasiones tiene dificultad para esperar su turno
- En ocasiones interrumpe o se inmiscuye en asuntos de otros (por ejemplo, se entromete en conversaciones o juegos)
En el TDAH los síntomas deben haber persistido durante al menos 6 meses. Algunos de estos síntomas tienen que haber estado presente en la niñez, a los 12 años o menos.
Los síntomas del TDAH deben existir en al menos dos contextos separados (por ejemplo, en la escuela y en el hogar). Los síntomas del TDAH deben estar causando un deterioro significativo en la actividad social, académica o laboral, o las relaciones.
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