A pesar de que el nombre no nos resulte familiar, lo cierto es que la alexitimia afecta a muchas más personas de las que podemos imaginar. Una de cada siete personas la sufre en la población, y se manifiesta en el 85% de los casos de autismo. Pero ¿qué es?
Alexitimia: Desconocer las emociones
La alexitimia es un constructo que se refiere a la incapacidad de reconocer y expresar verbalmente las emociones en uno mismo o en los demás. Una persona con alexitimia manifestará desconocimiento emocional, falta de apego social, y la mala relación interpersonal.
Por tanto, las características son:
- Dificultad para reconocer y comunicar emociones en uno mismo y en los demás
- Dificultad para diferenciar emociones de sensaciones físicas
- Capacidad de simbolización pobre: poca o nula fantasía, imaginación y sueños (actividad onírica)
- Preferencia por atender acontecimientos externos y concretos en lugar de experiencias internas y subjetivas
- Comportamiento rígido en base a normas convencionales que se traduce en conformismo social
- Los conflictos se solucionan por la vía de la acción impulsiva, sin que el individuo la asocie a sentimientos o emociones subyacentes
- Las relaciones son estereotipadas, ya sean relaciones de dependencia o de aislamiento
Tipos de alexitimia
Aunque en un principio se pensaba que la alexitimia tenía origen psicológico, cada vez más investigación apunta a la presencia de anomalías físicas en algunas áreas cerebrales.
Por ello se diferencian dos tipos. La alexitimia primaria corresponde a aquella que tiene una base neurológica, es decir, que existen daños fisiológicos. La alexitimia secundaria corresponde a aquella que ha aparecido a raíz de algún trauma o situación crítica, ya sea en el desarrollo del individuo o en la vida adulta.
Reconocer la alexitimia
Si nos detenemos a analizar las características expuestas arriba, podremos hacernos una idea de lo desconcertante e incapacitante que puede llegar a ser sufrir esta incapacidad.
La importancia de las emociones en la comunicación con nosotros mismos, con nuestro cuerpo y con los demás es mucho mayor de lo que somos conscientes. Y no es que las personas con alexitimia no tengan emociones, las tienen pero no las reconocen ni las pueden comunicar.
De esta forma, una persona con alexitimia que se siente triste, no será capaz de reconocer esa emoción, no la expresará y no tomará medidas para dejar de estar triste, más allá de tratar de calmar las molestias físicas que su cuerpo manifieste cuando empiece a somatizar las emociones que no está expresando.
Sus relaciones con los demás suelen tildarse de frías, puesto que, al igual que no reconoce las emociones en sí mismo, no las reconoce en los demás. Estas personas, por tanto, tendrán enormes dificultades en reconocer cuando un ser querido está triste o alegre y no actuará en consecuencia, mostrándose ante los demás con frialdad o con un afecto inapropiado para la situación.
Tratamiento
En cuanto al tratamiento, la alexitimia secundaria podría beneficiarse de la terapia psicológica. La alexitimia primaria, al tener base fisiológica, tiene menos posibilidades de beneficiarse de los efectos de la terapia.
Hay que tener en cuenta que no se considera una entidad diagnóstica, no se reconoce como trastorno psiquiátrico, lo cual limita bastante la investigación en este campo.
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