Las personas altamente sensibles suelen destacar por su alta emocionalidad. Ser altamente sensible no tiene por qué ser malo, pero sí es cierto que estas personas tienen una serie de cualidades que las hacen «diferentes».
El termino acuñado por la Dra. Elaine Aron, hace referencia a personas con una alta sensibilidad. Algunas características pueden ayudarnos a detectar a las personas altamente sensibles. Aquí os señalamos algunos de sus rasgos.
Las personas altamente sensibles: algunas características
1. Las personas altamente sensibles sienten todo. Sus emociones son muy vivas e intensas.
2. Son personas muy intuitivas. Detectan con facilidad las emociones en los demás, saben cuando a una persona le ocurre algo.
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3. Estas personas prefieren hacer deporte en solitario. Exponerse a la valoración de los demás supone una situación intimidante para ellas por lo que prefieren evitar las actividades de equipo.
4. En el trabajo, más de lo mismo. Prefieren trabajar en su propia oficina, por su cuenta, o en un lugar en el que encuentren la privacidad que necesitan.
5. Las personas altamente sensibles suelen ser muy educadas porque temen poder ofender a alguien. Suelen tener muy buenos modales y detectan con facilidad cuando alguien no los tiene.
6. Son muy complacientes. Les aterran los conflictos con otras personas por lo que evitan incomodarlas y tratan de agradar a todos.
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7. No suelen decir «no». Y no suelen hacerlo por el mismo motivo anterior. Tratan de complacer a todo el mundo atendiendo a las necesidades que tengan.
8. Tienen dificultad para tomar decisiones. Incluso una pequeña decisión puede llevarles mucho tiempo. Tratan de reflexionar las consecuencias de cada alternativa y les aterra cometer un error.
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9. Son muy atentos y detallistas. Las personas altamente sensibles son muy observadoras y perciben detalles que otras personas pasan por alto. Pueden disfrutar mucho apreciando los los pequeños detalles del entorno.
10. Son perfeccionistas. Ser tan observadores les lleva a tratar de perfeccionar al máximo lo que hacen.
11. Sus reacciones son más rápidas y fuertes. Tanto si se trata de escuchar un golpe como si hablamos de una reacción emocional. Pueden dramatizar las situaciones que en otras personas no tendrían un efecto tan marcado.
12. No les avergüenza llorar. Pueden llorar con tanto de felicidad como de tristeza. Para ellos, llorar no es signo de debilidad sino de estar vivo.
13. Las personas altamente sensibles suelen cansarse de escuchar aquello de «no te tomes las cosas tan en serio», lo cual puede llevar a la incomprensión de las demás personas.
14. Sus seres queridos ya saben cómo reaccionan, por lo que no suelen juzgarlas y tratan de consolarlas.
15. Su tolerancia al dolor es menor que la del resto de personas. Lo que otras personas sienten como doloroso, para ellas puede ser insoportable. Cualquier tipo de dolor físico «les duele más» y les suscita más preocupación.
16. Se asustan con facilidad. Las situaciones violentas o atemorizantes les producen más miedo, como puede ser una película de terror.
17. Las personas altamente sensibles odian el ruido. Los ruidos fuertes o estridentes como pueda ser un portazo, la alarma de un coche o el llanto de un bebé, hacen que quieran alejarse cuanto antes de allí.
18. Lo mismo ocurre con la luz. Una luz intensa les molesta y prefieren luces tenues. Todo lo que pueda suponer un estímulo extremo no es de su agrado.
19. Son muy creativas. Por ello suelen tener aficiones en las que desarrollar esa creatividad. Pintura, escritura o música o cualquier actividad creativa.
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20. En su familia suele haber otros. Las personas altamente sensibles suelen compartir este rasgo con algún otro miembro de su familia. La Dra. Aron señaló un componente hereditario en estas personas.
21. Suelen desatender su autocuidado. La dieta, el ejercicio o el descanso pueden ser desatendidos porque tienden a postergarlos.
22. Les gustan las cosas antes que a los demás. Por su alto grado de observación e intuición, perciben y aprecian las cosas antes que el resto de personas.
23. Las personas altamente sensibles pueden encontrar dificultades en su día a día debido a sus características. Trabajar sobre ellas con un profesional puede serles muy útil. Pero, en cualquier caso, deben disfrutar de su especial sensibilidad en todo lo que puedan.
Lidiar con la alta sensibilidad puede resultar complicado en una sociedad como la nuestra en la que las emociones y la sensibilidad se perciben como signos de debilidad.
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